Esta vez no solo escribo de psicólogo a lector sino que también escribo para mi, para que no se me olvide. ¿Cuántas veces nos sabemos la teoría y a la práctica parece que no todo sirve? A los psicólogos también, porque también somos personas, débiles y fuertes con necesidades reales y amigos que valen oro.
¿Has oído hablar de la importancia del vocabulario que usas? No me refiero solo al positivismo o al negativismo de nuestras palabras, sino al significado que hay detrás de algunos actos reflejos o frases hechas. Préstale atención porque no se trata nada más de aquello que decimos en voz alta sino también de lo que callamos y nos decimos por dentro. Hablar fácil es un regalo para conservar la inocencia.
Lo bueno de todo esto es que podemos elegir que calidad de mundo interior y proyección hacia el exterior queremos tener, ¿creativo y abierto o rígido y asfixiante? Así que en vez de perder el tiempo criticando lo que hace o dice el otro podemos ganarlo para darle calidad al nuestro, y por contrapartida a lo que nos rodea. ¿Pero qué va antes el huevo o la gallina? La naturaleza del todo puede partir de lo que tú decidas en cada momento.
Esta mañana dentro de un grupo de whats app de estos que hay mil madres (y cada uno le hace el uso que quiere), han reenviado un texto en el que la “idea concepto” daba a entender que las mamás nos debemos de perdonar a nosotras mismas si no lo hacemos todo perfecto durante la crianza. ¿Mamás? ¿Culpa? Me ha saltado la alarma como psicóloga y como madre a la vez, la roja.
Como psicóloga no me da la gana que las mamás interiorizen el vivir en la culpa, ni las mamás ni nadie. Una cosa es disculparse, la otra vivir en la culpa. Los que me conocéis sabéis que con educación (porque no sabemos en qué momento está cada una) di mi sincera opinión. Las mamás somos la ostia, hemos creado, hemos parido y estamos criando. Como mamá estoy muy orgullosa de no haber bañado a mi hijo alguna noche porque dormía o por si hemos alargado la fiesta en compañía de otros. Como cambia una misma realidad según tu mundo interior.
Lo bueno de todo esto es lo que decía, si tu mundo interior es sano radias lo que vives por dentro, igual que absorbes y observas buen rollo. Pero a veces no es tan fácil recordarlo ya que en ciudades como Barcelona la calidad de las relaciones es fría y el individualismo está ganando terreno. En tribu y con cierto descontrol por vivir el momento somos más felices y más personas. Así que tomo el texto del próximo párrafo para que cada uno reflexione como quiere que sea su mundo interior y la ola que lo expande.
“Como hacer enemigos: sea inteligente, elegante, sincero, alegre, honesto, feliz, ayude a todos, ame a todos, prospere…y ya usted verá.” Todo empieza así y así cada día, con esto puedes proponerte lo que desees este 2020, seguro que te acercarás a ello y por el camino te encontrarás con muchas sorpresas que ni te imaginas.
Feliz 2020!!!!