¿Has escuchado alguna vez hablar de la hipervigilancia? Se trata de un estado en el que se muestra más sensibilidad de la normal a cualquier estímulo que resulte amenazante.

Puede ser un síntoma de trastornos como la hipocondría, el trastorno de estrés postraumático, o la esquizofrenia paranoide. Pero, también puede darse de forma aislada.

¿Quieres saber más sobre este estado y qué efectos puede tener en quienes lo sufren? ¡Sigue leyendo!

¿En qué consiste la hipervigilancia?

La persona que sufre hipervigilancia se encuentra de forma constante en el proceso de detectar amenazas. Como sabes, detectar una amenaza cuando realmente ocurre es fundamental para nuestra seguridad. Sin embargo, estar en ese estado de forma constante puede ocasionar muchos problemas de salud y humor.

Los hipervigilantes están en alerta “por si acaso ocurre algo malo”. Por eso, están atentos a cualquier estímulo que pueda advertirles de un posible peligro. Estas personas centran todas sus fuerzas físicas y mentales en detectar el problema y esto las lleva a, prácticamente de forma constante, estar en un estado de alarma mental y físico.

¿Qué relación hay entre la hipervigilancia y otros trastornos?

Como mencioné al principio, la hipervigilancia se puede dar de forma aislada, sin que tenga relación con ningún otro trastorno; pero también puede ser un síntoma de algunos trastornos psicológicos. Entre los más comunes se encuentran la hipocondría, el trastorno de estrés postraumático y la esquizofrenia paranoide.

La hipervigilancia y la hipocondría

Las personas hipocondríacas mantienen una preocupación excesiva por enfermarse. Generalmente, tienen una gran preocupación por padecer o contraer una enfermedad grave.

Por ese motivo, están constantemente vigilantes ante cualquier posible síntoma de dicha enfermedad. De este modo, aunque no exista ningún síntoma o este sea muy leve, lo imaginan o lo magnifican hasta el punto de creerse enfermos.

La hipervigilancia y el TEPT

En el trastorno de estrés postraumático (TEPT) también puede aparecer el síntoma de hipervigilancia. Quien sufre del TEPT siente miedo de volver a sufrir el suceso traumático. Por este motivo, se modifican sus reacciones y su estado de alerta para estar atento ante cualquier peligro.

En el caso del TEPT, la hipervigilancia puede estar acompañada por otros síntomas, como respuestas de sobresalto muy exageradas, problemas de concentración o un comportamiento irritable.

La hipervigilancia y otros trastornos

La hipervigilancia también se puede presentar en conjunto con otros trastornos psicológicos. Uno de ellos es la esquizofrenia, en concreto la esquizofrenia paranoide. También puede aparecer en trastornos de tipo obsesivo.

La hipervigilancia y las drogas

Por último, cabe destacar que algunas personas que sufren hipervigilancia lo hacen como consecuencia de la intoxicación por algunas sustancias. Este síntoma puede aparecer tras el consumo de drogas excitantes o psicoanalépticas, como la cocaína.

Pero también puede ser un síntoma de quienes han consumido sustancias psicodislépticas, como los alucinógenos o el cannabis en su variedad sativa.

Hacer frente a la hipervigilancia

Aunque hemos hablado de los diferentes trastornos psicológicos o acciones que pueden llevar a una persona a sufrir hipervigilancia, no debemos olvidar que también se puede dar de manera totalmente aislada.

Sea que la hipervigilancia venga acompañada de otros trastornos, o que se presente en solitario, la mejor manera de hacerle frente es acudir a un especialista en psicología.

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