
En estos meses, en los que un virus se ha vuelto el protagonista de muchas de nuestras vidas, es posible que se hayan desarrollado con mayor énfasis etapas de estrés o miedo. Sin duda, el confinamiento que hemos sufrido no ha sido, para nada, positivo para la salud mental.
Pero, además, el miedo a volver a estar confinados o a contagiarse está siendo cada vez más evidente en muchas personas. Como psicóloga, he de decirte que el estrés y el miedo pueden afectar de forma negativa a tu equilibrio físico y te pueden hacer más susceptible al virus.
El estrés afecta al sistema inmune
Desde antes de que apareciese la pandemia del coronavirus, ya se había demostrado de manera evidente la relación que existe entre el estrés y la mala salud física. De hecho, alrededor del año 400 a.C Hipócrates había acuñado la frase “Mens sana in corpore sano”.
Cuando la salud psicológica está en buen estado, es mucho más fácil que la salud física también lo esté.
El estrés es un factor psicológico, que ha ido empeorando y convirtiéndose en una auténtica epidemia en las últimas décadas debido al estilo de vida. Pero el estrés no se limita a mantenerte en tensión psicológicamente.
Cuando estás estresado, tu cuerpo se contrae y se pone en tensión para poder luchar. Esta es una reacción natural y que puede ser muy beneficiosa en muchos momentos. Sin embargo, en la sociedad actual este es el estado en el que se encuentra prácticamente todo el mundo la mayoría del tiempo.
Mantener durante demasiado tiempo ese estado de alerta y tensión sin descanso, solamente tiene como resultado dolores de espalda, contracturas, problemas gastrointestinales, disminución en la función renal, cefaleas… y un sinfín de problemas físicos.
Más allá de esto, el estrés debilita el sistema inmunológico. Cuando estás estresado, los esfuerzos de tu cuerpo se destinan a mantener el estado de alerta. Esto hace que sea mucho más difícil para los linfocitos o los macrófagos luchar contra las enfermedades.
De hecho está demostrado según varios estudios realizados, entre otros, por la doctora Stenberg, que en épocas de estrés podemos tardar en curar más las heridas.
El estrés y el miedo van de la mano
El miedo va de la mano con el estrés. Cuando tienes miedo de que algo te ocurra, tu cuerpo realiza los mismos cambios fisiológicos que cuando estás estresado. Te pones en tensión para poder responder en caso de ataque.
Sentir miedo por caer en otro confinamiento o por contraer la enfermedad del coronavirus no te ayudará, en absoluto, a evitar contagiarte.
Tu sistema inmunológico: la mejor defensa contra el virus
La mejor defensa que tenemos contra cualquier virus está en nuestro propio cuerpo: son los diferentes elementos que componen nuestro sistema inmune. En un cuerpo que tiene un sistema inmunológico fuerte es mucho más difícil que un virus entre y se propague.
Por eso, si sabemos que el miedo y el estrés son dos enemigos de tu sistema inmune, es muy importante que prestes atención a disminuirlos.
La principal manera de ayudarte a dejar de sentir miedo o estrés es acudir a pedir la ayuda de un profesional de la psicología. Pero, además, también puedes emprender acciones por ti mismo: viviendo una vida más relajada y cambiando de actividad cuando el miedo empiece a apoderarse de ti.