Durante y después de todo este sin fin de cambios no podemos esperar que sea el otro que aprenda por nosotros, y de poco sirve criticar y pedir. Si bien es cierto es que el confinamiento nos ha puesto a prueba a todos y en frente de aquello que debemos aprender. Si esto no te suena, tarde o temprano lo hará, para ello solo hace falta un poco de autocrítica.

La autocrítica es el juicio crítico que se realiza sobre las obras o comportamientos propios sin haber en ello nada negativo ni positivo. Las cosas son lo que son y es desde la autocrítica desde donde se inicia cualquier proceso de aprendizaje. Este concepto parece que solo lo debamos contemplar si las cosas van “mal”, pero creo que con lo que estamos viviendo deberíamos hacerlo todos, yendo o no al psicólogo.

Pregúntate si durante este tiempo ha habido algo que te bloqueara o te paralizara, si has sentido culpa o si has estado demasiado preocupado. Si es así puede que estuvieras haciendo una autocrítica poco constructiva donde el resultado no iba en dirección ni del conocimiento ni de la superación personal. Piensa que según cómo te hables y pienses de ti mismo el resultado de lo que hagas puede ser muy distinto. Darte cuenta de ello ya sería útil.

E aquí parte del trabajo de los psicólogos en momentos de crisis, salvar posibles patologías dadas de procesos de autocrítica destructiva. Al menos que todo esto sirva de algo, y para ello debe haber un pequeño gesto de voluntad personal de mirar hacia donde nos ha llevado el cambio y la posible transformación que habremos hecho. Si para mantener esta transformación dependemos emocionalmente de los demás no es un aprendizaje personal. Puede que por el camino te encuentres preguntas que a veces te harán sentir egoísta o hasta culpable, no te quedes con ello, avanza hacia lo que de verdad te define, y que sea eso lo que te ayude a no volver a lo de antes, tu antes.

El confinamiento nos está ayudando a conocernos mejor queriendo o no, pero claro, no estamos solos y no todos tenemos los mismos ritmos. Hay personas que al principio lo pasaron muy mal y se adaptaron, otras que algún día puntual no se han sentido abrumadas emocionalmente, otras que no han tenido tiempo para darse cuenta y otras que en vez de mirarse a sí mismas para afrontar han mirado a otro lado o al otro para criticar. No juzgo a ninguna de ellas ni de sus maneras de actuar, puede que los mecanismos de defensa y autoengaños sean funcionales en algún momento, eso cada uno lo sabe. El tema es avanzar aunque el mundo siga rodando despacio.

Si en algún momento has sentido que no quieres volver a lo de antes por algo será. Criticando solo destruimos, con autocrítica hay construcción igual que con conexión hay evolución.

Barcelona 14. 05. 2020.

error

Disfruta de este blog.Pasa la voz:)