
Barcelona, 10h de la mañana de jueves, se me iluminó la bombilla cuando la profesora de pilates nos dijo: “se trata de disociar distintas partes del cuerpo al realizar un mismo ejercicio, así no cansareis ni dañareis las demás partes al ejecutarlo”, y “cling”…idea. Si podemos hacer esto con el cuerpo, si somos capaces de darle esta señal al cerebro para tener consciencia corporal y disociar distintas partes del cuerpo para realizar un mismo ejercicio, ¿por qué no aprendemos a disociar pensamientos en vez de evitarlos o quererlos controlar para no dañarnos ni cansarnos extra?
disociar. verbo transitivo.
- Separar una cosa de otra con la que estaba unida.
- Separar los distintos componentes de una substancia.
Muchos psicólogos estamos convencidos de que Platón disociaba alma y cuerpo para explicar su pensamientos (que seria el punto 1), pero estoy queriendo descifrar el punto 2 intentando explicar que debemos de aprender a disociar distintos pensamientos los unos de los otros para poder funcionar con más integridad. Paradoja, disociar para funcionar con integridad.
Pero disociar no solo se reduce a cuerpo y mente, también podemos hablar de propiedades físicas, químicas y biológicas, de familias, matrimonios, grupos, sociedades, de un mundo disociado, del declive de políticas hegemónicas, etc. En todo esto podemos entrever que para que haya equilibrio debe haber desequilibrio, pero siendo el resultado final el producto de una unión que funcione más allá de los orgullos personales, sociales o profesionales. La unión hace a la fuerza pero unión no significa tener que estar contento y de acuerdo con todo/s.
unión. nombre femenino.
- Acción de unir o unirse.
- Efecto de unir o unirse.
Pero unión tampoco se reduce a la unión entre alma, mente y cuerpo, sino que también la encontramos entre hermanos, entre oxígeno e hidrogeno, la matrimonial, en equipos, sociedades, entre dos partidos, entre proyectos de unión política y económica, etc. Parece complicado cuando en realidad no se trata de que todos pensemos lo mismo, sino de disociar lo que es nuestro y lo que no para poder convivir con pensamientos que muchas veces nos restan energía y visión para tirar adelante lo verdaderamente importante.
Si no te gusta algo, solo quítale su único poder, tu atención. Pero disociar no significa obviar ya que el problema o situación por norma regresará igual o con mayor fuerza.
obviar. verbo transitivo
- Evitar un impedimento o una dificultad o eludir una cosa inconveniente.
- Dejar de nombrar o decir algo, especialmente cuando se considera obvio o evidente.
Con esta idea, conecto con un video que vi esta semana (si no recuerdo mal extraído del guerrero pacífico), que hablaba de sacar la basura de nuestros pensamientos, que no es lo mismo que evitarlos o intentarlos controlar. De la misma manera que los psicólogos no queremos que nuestros pacientes eviten y/o controlen los pensamientos de los demás, tampoco queremos que eviten o controlen los suyos, siendo este principio un gran pilar de la higiene mental. Voy a desarrollar un poco mejor esta idea para hacer transferencia con el termino disociación.
Sabéis cuando tenéis un problema y os dicen lo que debéis hacer y vosotros decís, “vale si, ¿pero cómo”? Pues de esto va la disociación, de saber diferenciar qué pensamientos, sentimientos y emociones nacen de nosotros mismos (nos gusten más o menos) de los que creamos como reacción de las opiniones del entorno o de los malos significados que a veces les asignamos por no ser pensamientos, sentimientos o emociones cómodas y/o agradables. ¿Os suena lo que os digo o no?
La función de los psicólogos no es solucionar los problemas de los demás, sino de que las personas hagan consciencia de sus propios pensamientos sacando la basura de los que no son suyos o de los malos significados para no perder de vista lo que realmente es importante para ellos. Si sacamos la basura no perdemos de vista lo que realmente nos importa ni nos quedamos enquistados en un punto mental que no nos beneficia para hacer frente ninguna situación. Puede que no te guste lo que sientas o pienses, pero debes disociar lo que realmente es tuyo de lo que no, y una vez aquí poder convivir con ello como una unión que guarda equilibrio aunque no siempre te guste.
En toda unión prevalece la acción ante el efecto. En toda disociación prevalece la consciencia ante la unión.
Lo más difícil de todo esto, darse cuenta.
