¿Llega el buen tiempo y crees que debes adecuar tu dieta? ¿Lo sientes o te lo han hecho creer? Perdona que te diga que a parte de ser una consecuencia de haber picado en la trampa del producto social llamado “operación bikini”, también es un síntoma de la primavera por necesitar cambiar el tipo de alimentación que hemos llevado durante todo el invierno. De la misma manera que al llegar la primavera algunos de nuestros biorritmos físiologicos se ven alterados por factores externos como la temperatura y las horas solares, puede que nuestro estado de ánimo también se vea alterado por no estar adaptados a estos cambios. Naturaleza.
En Barcelona para esta época, los psicólogos notamos un aumento de visitas en consulta con motivo de todos aquellos síntomas relacionados con la astenia, y muchas veces lo que ocurre es simple y llanamente que necesitamos adaptarnos a la nueva estación mediante algunos hábitos que nos pueden hacer sentir mejor. Con esto no justifico que en primavera no podamos decidir ir al psicólogo (porque esto sucede cuando sucede o cuando decides que suceda), sino que intento normalizar que en primavera se agudizan según qué síntomas que puede que tengamos durante todo el año.
Ahora empieza la época en que notamos que el estrés y el cansancio aprieta por llevar a nuestras espaldas ya casi un año sin vacaciones largas, la época en que nos apetece pasar más tiempo fuera de casa, en la que “teóricamente” debemos enamorarnos y en la que debemos eliminar aquellas toxinas almacenadas durante el invierno. La primavera es energía expansiva en todos los sentidos, por lo que debemos saber aprovecharla. ¿Pero cómo? Respetando lo que necesita nuestro metabolismo ahora sin obsesionarnos con lo que está bien y lo que está mal. ¿Y qué necesita? Alimentarse de verdad, sueño de calidad, ejercicio físico habitual y relaciones sanas.
Igual que comer fuera de casa no determina ni tu salud ni tu talla, si comes saludable y haces ejercicio físico regularmente no pasa absolutamente nada si de vez en cuando te permites algún capricho, al contrario, creo que es sano si te aporta felicidad. Pero si eres de los que te pasas la semana cuidándote por obligación, no tiene ningún sentido que no lo hagas durante el fin de semana o de vacaciones, igual que no tiene ningún sentido apuntarse a un gimnasio e ir dos veces al mes o hacer dietas estrictas con efecto rebote. Todo esto no te ayuda ni a ti ni a tu salud, siendo entonces cuando puede que decidas ir al psicólogo por no sentirte bien contigo mismo o porque sientas que animicamente tambaleas. Los hábitos y los pensamientos son muy poderosos, y úsarlos a tu favor es tu responsabilidad.
No soy fan de las dietas pero si de los hábitos que funcionan, como también soy fan romperlos cuando pasamos unos días fuera o cuando debemos adaptarnos a cualquier situación. Lo importante no es ser estricto y restrictivo, lo importante es saber cómo debemos cuidarnos para poder permitirnos caprichos y cambios de aires sin remordimientos de conciencia ni malestar físico. ¡Para cargar pilas, haz lo que necesitas!
Des de mi punto de vista lo mejor es tener un estilo de vida lleno de hábitos saludables para llevártelos a todas partes y para poder saltártelos cuando aparezca algo que te haga más feliz. Así da gusto vivir. Además, vivir saludable ayuda a que cuando rompemos con la rutina la rueda vuelva a rodar de manera funcional con mayor facilidad, así que tú eliges.
Para entender cómo debemos cuidar nuestro cuerpo primero hemos de reconocer cuáles son sus agresores y cuáles son las vías por las que podemos detoxificarlo. Los agresores es todo aquello que no te sienta bien de por sí o no te sienta bien en exceso, y no hablo solo de comida y lo sabes. Y las vías de desintoxicación son el hígado, los riñones, el sistema linfático, los pulmones y el intestino, siendo interesante saber cómo hacer que estas funcionen cuando nuestro cuerpo pide encontrarse mejor (detoxificarse) ya sea para funcionar en nuestra rutina del día a día o para recuperarnos mejor cuando la rompemos. No olvides que detoxificando emociones detoxificamos también el cuerpo, de igual manera que si desinflamamos los problemas también desinflamamos nuestro cuerpo.
Aquí van 12 hábitos detox que te puedes llevar a casi todas partes para que la energía primaveral sea todo un festival.
- Come verde. Bebe zumos verdes en ayunas después de haber bebido agua y/o consume hortalizas y verduras en la comida y en la cena acompañadas de proteína. Compra ecológico o sino limpia muy bien su piel. Crudo o semicocinado, y mejor de hoja verde por actuar como tónico para depurar nuestro hígado y vesícula biliar de los excesos de comida del invierno.
- Disminuye el consumo de alimentos que contengan gluten, azúcar, proteína animal, lácteos, café, etc., por ser agresores e inflamar nuestro intestino. No se trata de eliminarlos de nuestra dieta, se trata de combinarlos o sustituirlos por otros menos inflamatorios o simplemente que te sienten mejor. Elimina por completo la bollería, los refinados, los procesados, los precocinados y los envasados.
- Experimenta con alimentos o superalimentos como la kale, el bimi, las algas, la quinoa, la cúrcuma, la chía, el placton marino, el shitake, el té verde matcha, etc., y elimina de tu dieta aquellos alimentos que tus abuelos no reconocerían o aquellos que no tengas ni idea de lo que pone en su envoltorio. Basura.
- Haz cinco comidas al día. No es bueno que llegues a las comidas principales con mucha hambre ya que comerás más de lo que necesitas, además de que para tu cuerpo es mejor metabolizar pequeñas cantidades varias veces al día. Así también quemas más calorías si esto es lo que te preocupa. Dale importancia al desayuno, respeta comer algo a media mañana y a media tarde y reduce la cantidad en la cena. Ah, y recuerda que muchas veces piensas que tienes hambre y lo que tienes es sed.
- Cocina limpio, al vapor, al horno, a la plancha o al wok para no sobrecargar el hígado. El aceite no se pone en las paellas, el aceite de oliva virgen úsalo para aliñar el alimento una vez en el plato, y no más de una cucharada sopera por comida. Reduce la sal e introduce las especies y hierbas aromáticas como el tomillo, el romero, la pimienta timut, la raiz de jenjibre, la cúrcuma, el clavo, etc., y así estarás ayudando a tus digestiones.
- No dejes de salir. Cuando comas fuera de casa elige los platos menos grasos y sin salsas, y se coherente con la cantidad tanto de comida como de alcohol. Un par de cañas o una copa de vino es suficiente, pero si quieres hacer un detox elimínalo. Un plato generoso con todos los macronutrientes es lo que necesitas, así que si estas en un bufet libre, en un pica pica o en algo similar llena tu plato de las mejores opciones y de alguna que te haga muy feliz, tu cuerpo no necesita nada más, bueno si, comerlo despacio y disfrutarlo. Y si ves que las raciones de los platos que sirven son muy grandes, no estas obligado a terminártelas, ni es saludable comer por comer ni cómo te puedes sentir después.
- Prepárate tuppers que sean sanos y apetecibles para ti, o averigua sitios donde puedas comer limpio y sano. Descubre el “poke” o los “buddha bowls” y aprende a cocinarlos. Ah, y no te olvides de coger fruta (sin pasarte con la cantidad), pero no para después de comer sino para media mañana o media tarde, así evitaras comer aquello que no te nutre y llegar a la hora de la comida o la cena extremadamente hambriento.
- Bebe mucha agua (mejor de calidad), toda la que quieras pero no en las comidas y menos si es fría ya que dificulta la digestión. Lo ideal es no beber agua ni media hora antes de las comidas principales ni durante las dos horas siguientes. Elimina todo tipo de refrescos y zumos embasados. Bebe agua con limón tibia por las mañanas en ayunas, te sin colorantes ni saborizantes (mejor orgánico), zumos sin azúcar, caldos, etc.
- Suda, muévete y haz ejercicio físico como rutina. Camina, sube y baja escaleras, corre, nada, ve en bicicleta, en definitiva muévete a diario. Toma saunas.
- Ventila tu casa y tu lugar de trabajo cada día, y sal a respirar aire puro siempre que puedas. Elimina de tu vida ambientadores, deterjentes, jabones, cosmética y productos de limpieza que no sean ecológicos, la piel también respira. Si hay opciones, solo debes cambiar lo que compras.
- Practica yoga, taichi, pilates, qigong, medita, lo que quieras pero aprende a respirar de forma no superficial ya que estimularas tu organismo y a sus órganos internos a eliminar toxinas. Dormir bien también ayuda, y mucho. Hiperventilar no es sano.
- Todo lo anterior ayuda y muchissimo a tu estado de ánimo, así que úsalo para relaciónate de manera saludable porque también va a ser una fuente de salud y de felicidad esencial.
Para tener el organismo libre de toxinas podemos hacer mucho más, pero lo más importante es tener un modus vivendi que nos ayude a liberarlas de estos cinco órganos de forma habitual, y para lograrlo no vale con hacer un plan detox exprés, vale vivir detox fisica, mental y emocionalmente.
Pero eso no significa que no puedas tomar helados, pizza o hamburguesas de vez en cuando si te hace feliz, aunque te aviso que al final tu cuerpo te pedirá aquello a lo que le habrás acostumbrado aunque estés en la otra punta del mundo. Cuando te pase esto, cuando priorices dormir, cuando decidas que tus relaciones solo deben sumarte y veas que te apetece salir a hacer ejercicio físico cualquier día de la semana… estarás viviendo detox.
En el sentido opuesto también sucede, así que decide hacia que lado quieres tirar. Y recuerda, todo esto solo depende de ti ya que tú eres el único que sabe lo que te sienta bien, por lo que escúchate a ti mismo y no sigas estándares de vida que no te sientan bien ni dietas milagro ya que el milagro es decidir cuidarse de verdad, no solo durante 7 días.
Si has tenido malas sensaciones por haber comido mucho chocolate, helados, una buena paella, o lo que sea, como psicóloga te diría que tienes que saber controlar tus impulsos y el hambre emocional, como persona te diría que si te ha hecho feliz y no es lo habitual eso que te llevas, y como Health Coach que si no te ha pasado te felicito si tus hábitos de vida son saludables. Esto sucede igual con el resto de hábitos, así que..
Escúchate, vive detox y come feliz.