“Podrán cortar las flores pero no podrán detener la primavera” dijo Pablo Neruda. Y así es, el tiempo no se detiene, la Tierra no para de darle vueltas al Sol y la Luna a la Tierra, así que sigamos el curso natural de la vida. ¿Y porque digo eso?, pues porque en primavera brota todo y nuestra energía también forma parte de éste todo.
Cambia la hora y se cambia en nuestro reloj, tenemos más horas de luz y llegamos más tarde a casa, el frio se va y hacemos cambio de armario, etc., pero hay más que esto ya que en primavera son muchos los cambios a los que nuestro metabolismo debe adaptarse por verse alterados algunos de sus biorritmos por los cambios de afuera. ¿Qué pasaría si no cambiásemos la hora, si lleváramos abrigos en un día súper primaveral y si cada día llegáramos a casa más tarde de lo habitual? Pues que estaríamos desincronizados con el mundo, desadaptados de nuestra propia naturaleza para funcionar y aparecería con más énfasis la tan conocida y temida astenia primaveral. Hagamos de la astenia primaveral todo un festival, pero ¿cómo?
Muchas veces pensamos que con un complejo vitamínico lo podemos solucionar todo echándole la culpa a la astenia primaveral, pero ¿y si nos responsabilizáramos de nuestro bienestar dándonos lo que verdaderamente necesitamos en ésta época del año? Parece difícil porque estamos inmersos en la lógica ilógica del “fácil y rápido” cuando lo fácil es simplemente hacer lo que necesitas para no necesitar más tiritas rápidas y fáciles. Repito, hagamos de la astenia primaveral todo un festival.
Lo cierto es que la astenia tiene más repercusión durante los cambios de estación pero puede darse durante todo el año en forma de debilidad o fatiga generalizada que dificulta nuestra vitalidad a la hora de realizar tareas que en condiciones normales hacemos con más facilidad. Esto sucede por no responsabilizarnos de nuestro bienestar. Los complementos como su propio nombre indica complementan, así que elige qué hacer con tus biorritmos y con tu vitalidad sin echarle la culpa a la astenia primaveral. Como psicóloga te puedo asegurar que la primavera la sangre altera, así que para rebajar la ansiedad, el estrés, la tristeza sin causa, el insomnio, la apatía y la falta de claridad mental, elige sentirte dueño de tu bienestar sin ir más lejos de darte lo que verdaderamente necesitas. Dosis de consciencia.
En primavera, ¿Te apetece comida copiosa o algo fresquito y fácil de digerir? 1, aliméntate de forma adecuada. ¿Echas de menos esa energía mágica que te permite tener claridad mental y vitalidad durante todo el día? 2, duerme para estar despierto. ¿Quieres sentir como tu cuerpo y mente respiran? 3, transpira haciendo ejercicio físico. En definitiva, si ordenas tus biorritmos tu ritmo de vida estará ordenado y te quedara energía para disfrutar de la tan esperada primavera. Elige, ¿ser víctima de la astenia primaveral o adaptar algunos de tus hábitos para hacer de la primavera todo un festival? Yo lo tengo muy claro, igual que tengo bien claro cuando me he pasado de lista con mi metabolismo por no darle lo que necesita, sea primavera o no.
1. ALIMENTATE DE FORMA ADECUADA. Durante el año nuestros hábitos alimenticios deben permanecer en una dieta equilibrada, y equilibrada en primavera significa darle a nuestro cuerpo aquello que ayude a combatir con más eficacia estos síntomas de cansancio, falta de vitalidad e insomnio extras que pueden aparecer. ¿Qué necesitamos pues? Comidas más ligeras (mejor crudas o poco cocinadas cuando se trata de las de origen vegetal) con un gran contenido de agua, fibra, vitaminas, minerales y fitonutrientes, pero vamos a ser más específicos. Eleva la dosis de agua, de Vitamina B de manera continua (de origen vegetal: verduras de hoja verde de la familia de las coles, brócoli, legumbres, frutos secos, cereales integrales complejos, arroz, mijo, avena y legumbres; de origen animal: pescado, aves, huevo y los lácteos aunque estos no los necesitamos), de Vitamina C (kiwi, mango, piña, caqui, críticos, melón, fresas, tomates y pimientos) y de alimentos que nos aportan energía (dátiles, frutos secos, pasas, uvas, plátanos e incluso chocolate negro). Ah, y consume alimentos de temporada, y a poder ser de proximidad (aguacates, albaricoques, cerezas, ciruelas, espárragos, alcachofa, berenjena, etc.), ya que formamos parte de un todo que si respetamos nos proporcionará equilibrio.
2. DUERME PARA ESTAR DESPIERTO. En Barcelona tenemos mucha suerte de ver el sol muy menudo, y lo digo por dos motivos. El primero es que nuestro ritmo circadiano se mantiene estable si no es que el inestable eres tú. Así que ahora que los días se van alargando y cada vez apetece más estar fuera de casa, adapta aquellos hábitos que te proporcionan equilibrio y no dejes de dormir lo que sabes que necesitas. En segundo lugar tenemos la Vitamina D, necesaria para combatir el insomnio, la astenia y la fatiga. Seguramente muchos de vosotros (lo sepáis o no) habéis pasado el invierno con déficit de Vitamina D (siendo en estos casos súper funcional un complemento para regularla) ya que en invierno no tenemos tantas horas de sol y cuando las tenemos estamos trabajando. Tan solo con 10 minutos de luz solar al día sin protección es suficiente, y ahora que tenemos más horas de sol no hay excusa. Barcelona o cualquier otra ciudad están llena de bancos. Otras vitaminas a destacar al respecto son la Vitamina B6 y B12, ambas importantes para beneficiar la calidad de nuestro sueño porque el consumo continuo de Vitamina B6 en nuestra dieta beneficia la cantidad de serotonina (hormona de la felicidad) que producimos y a la calidad de nuestro sueño, y la Vitamina B12 regula los ciclos del sueño a través de la melatonina. Vemos pues la importancia que tiene el ingerir vitaminas esenciales del grupo B tanto para que el ánimo y el sueño no nos pasen factura en primavera.
3. TRANSPIRA HACIENDO EJERCICIO. Como hemos dicho antes, estamos a puntito de despedir el frio y de dar la bienvenida al calor, por lo que es hora de hidratarnos para no deshidratarnos, pero también es hora de oxigenar y detoxificar nuestro cuerpo de aquello que ya no necesitamos por despedirnos del invierno, así que a sudar. Aunque hacer ejercicio sea indispensable en cualquier época del año, es una muy buena opción para regular la temperatura corporal de manera óptima respecto al cambio de temperatura externo. Una cosa muy importante de hacer ejercicio físico y que muchas veces no tenemos en cuenta es que al mover el cuerpo oxigenamos la sangre, y por consiguiente oxigenamos el cerebro a la vez que creamos hormonas que nos permiten sentirnos más felices y vitales (tanto física como mentalmente), como también ordenamos (a parte de la temperatura) otros biorritmos como son los patrones del sueño. Ahora que viene el buen tiempo, ¡aprovecha para hacer ejercicio al aire libre! Si hacemos ejercicio por las mañanas entre las 7 y las 9 ordenamos nuestro sueño, y si lo hacemos al aire libre ya tenemos dosis de vitamina D. Ahora ya solo te faltaría desayunar como un rey para darle la los buenos días a todos los días de la primavera.
Con todo esto no pretendo que cambies tu vida sino que te responsabilices de ella para vivirla mejor. Seguro que encontraras mil artículos que hablen de la astenia primaveral como algo horrible, y hasta puede que te lo hayas creído. La astenia primaveral es un hecho, pero lo que hagas tú con ella es lo que determinara que la disfrutes más o menos como lo que es en su totalidad, una explosión de vida que comporta cambios a los que si nos adaptamos puede resultar un festival.
¡¡¡Que empiece el show!!!