Este artículo va dedicado a todas las mujeres y a su empoderamiento, porque todas somos trabajadoras sea cual sea nuestra generación. Digo sea cual sea nuestra generación porque considero que hay tres, y porque en cada una de ellas de un modo u otro la mujer ha trabajado y trabaja mucho.
Hoy en día nos encontramos en la segunda generación, donde la mujer a lo largo de los años ha adoptado fuertemente parte del rol social y cultural considerado como masculino, pero no le es reconocido. ¿Cuantas mujeres creeis que se sientan ante mi en la consultap y con ansiedad y preocupación excesiva me dicen «es que estoy agotada», «no se si lo estoy haciendo bien porque no llego a todo», «no soy feliz y lo tengo todo para serlo», «mi marido podría fijarse en otras mujeres mejores que yo»? Ningún psicólogo les va a decir qué deben hacer pero si abrirles los ojos de que son perfectas y que deben volver a sentirse mujeres, y no máquinas.
A diferencia de la segunda generación, en la primera generación había una clara distinción entre el rol masculino y el femenino Veamos la diferencia.
1 de mayo de 1886 (Estados Unidos), Día Internacional del Trabajador por la lucha para lograr una jornada laboral de 8h.
8 de marzo de 1911 (Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza), Día Internacional de la Mujer por la lucha de la mujer por su participación, en pié de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona.
Con esto no pretendo quedarme en el pasado, ni en el rosa y el azul, ni en ningún estereotipo, pretendo remarcar el la desigualdad no está en la esencia de la mujer, ya que a lo largo de la historia cada vez se ha vuelto más independiente, fuerte, segura, competitiva y triunfadora sin dejar de ser cuidadora, y esto le está pasando factura. No deberíamos asumir roles sin sentirnos antes mujeres.
Supongo que todos habréis oído hablar del término “superwoman”, una etiqueta o imagen social que se le otorga a la mujer como un supuesto alago por haberse adaptado y poder con todo. Pero más que una adaptación lo considero una inadaptación, ya que muchas mujeres plenas de autoconfianza, autoestima y autoafirmación acaban desgastándose y viviendo con estrés y culpa por ser demasiado autoexigentes sin apenas permitirse ser vulnerables, relajarse y disfrutar.
Entonces, ¿te apetece ser “superwoman”? A mi no. Lo que quiero es respetar mi naturaleza como mujer y desarrollar mi potencial sin sufrimiento ni desgaste extra, ya que suficiente cuesta ser competente en el momento presente por lo global y cambiante que es el mundo. La consecuencia de esta armonización (que todas anhelamos cuando en algún momento desesperamos) se llama sabiduría, y para ello debemos volver a entrar en contacto con nuestra esencia, y en ella encontraremos nuestro potencial sin tanta preocupación extra, estrés ni ansiedad. No se trata de mirar hacia atrás sino de mirar hacia adentro para salir con fuerza hacia fuera y aprender. ¿Aprender a qué? A ser una misma 100%. De aquí el termino “deeperwoman”, la tercera generación.
“Deeperwoman” no significa que tengas que dejar de ser competitiva, independiente y ambiciosa, significa armonizar tu esencia con tu competencia como unidad, como la totalidad que eres trascendiendo del ego que te obliga a ser un producto creado por el exterior.
Las mujeres somos naturalmente cíclicas, por lo que nuestra energía fluctúa, ¡y mucho! El poder de las hormonas es claramente superior en según qué mujer. Y esto no es una excusa, somos así, ¡aceptádlo todos y todas! y no queráis ser perfectas sino quien soys, porque siendo así ya lo soys. Permítete fluctuar emocionalmente y tener más o menos energia, respétate sin entrar en conflicto contigo misma, y deja de exigirte sin parar porque entonces será cuando saldrá tu verdadera agencia y potencial. ¡Y algo muy positivo!, a medida que te vayas conociendo y permitiendo mejor sabrás usar tu potencial, y cada vez más y más. Y qué feliz serás aunque siempre hayan asuntos que podrían brillar más.
Arquímedes dijo… “Dame un punto de apoyo y levantaré el mundo”. Si tu eres tu punto de apoyo multiplicaras tu potencial.
Feliz y merecido día del trabajador a todos, especialmente a las mujeres y a todos los hombres que nos respetan.
Laura Servós
Psicólogos Barcelona