¿Has sufrido alguna vez de depresión postvacacional? En los adultos es algo habitual y suele ser bastante evidente y fácil de detectar. Pero, ¿sabías que tus hijos también pueden sufrir el síndrome postvacacional debido a la vuelta al cole?

La fobia escolar es un problema que cada vez se diagnostica en más niños, que sufren de una fuerte ansiedad debido a que  tienen que regresar al colegio.

Obviamente, en la mayoría de los casos, los niños no tienen la capacidad de acudir a sus padres a pedir ayuda debido a su fobia escolar. Así que es responsabilidad de los padres reconocer los síntomas y tratar de ponerle remedio cuanto antes a esta situación.

¿Quieres saber cómo puedes detectar si tu hijo tiene fobia al colegio, ansiedad postvacacional y cómo puedes ayudarlo a enfrentarse a esta situación? En este artículo te cuento lo que necesitas saber.

Cómo detectar el síndrome postvacacional en los niños

Lo primero que se debe saber sobre el síndrome postvacacional o la fobia escolar en los niños es que, aunque no debemos alarmarnos, sí que debemos buscar la manera de ayudarles para poner solución al problema.

Ignorar los síntomas, como si no existieran, puede hacer que estos aumenten y que el malestar del niño y su ansiedad crezcan cada vez más.

Si un niño que antes iba a la escuela sin ningún problema, de repente empieza a presentar los siguientes síntomas, puede ser un motivo de sospecha:

  • Llantos, gritos y quejas antes de ir a la escuela.
  • Una actitud negativa y desobediente hacia los padres.
  • Irritabilidad y explosiones de ira.
  • Síntomas de depresión, como la tristeza o la apatía.

Como consecuencia de la ansiedad producida por el colegio, los niños pueden llegar a presentar reacciones somáticas como:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas, vómitos, diarrea y dolor de estómago.
  • Problemas para comer.
  • Dificultades para conciliar y mantener el sueño, así como enuresis (incontinencia nocturna).

Cuáles pueden ser las causas

Esta fobia se puede presentar en los niños por muchos motivos diferentes y, al principio, puede parecer desafiante encontrar la razón exacta, pero no es imposible. Veamos algunas de las causas más frecuentes:

  • Factores relacionados con la vida académica, como el fracaso académico o haber repetido curso.
  • Cambios de domicilio o de escuela que pueden desencadenar en fobia social.
  • Acoso o abuso escolar, ahora más conocido como bullying.
  • Falta de habilidades sociales.

Cómo ayudar a un niño con fobia escolar

Permitir que el niño se quede en casa para evitar que sufra la fobia escolar no solamente no soluciona el problema, sino que lo empeora, actuando como un reforzador de su miedo a ir al colegio.

Por eso, en lugar de evitar el motivo de la fobia, que puede parecer lo más simple porque evita los síntomas, es necesario encontrar la raíz del problema y ayudar al niño a enfrentarse a él.

Preguntarle qué cosas sí le hacen sentir bien en la escuela y si hay algo en el nuevo curso que le preocupa pueden ser dos maneras de ayudarle a ver el lado positivo y/o pedir ayuda.

Pero, además, el refuerzo psicológico mediante la psicoterapia puede ayudar a tratar este trastorno. El objetivo de la terapia es ofrecerle al niño las herramientas que necesita para saber cómo manejar los síntomas de ansiedad que está sufriendo.

Como hemos visto, la ansiedad y el síndrome postvacacional de los niños es algo frecuente que merece nuestra atención. Y, aunque no es necesario alarmarse, sí que es muy importante ayudar al niño a superar esa ansiedad.

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