
Trastornos psicológicos y problemas en la adolescencia
La adolescencia es un período complicado en la vida de las personas. Se trata de una época de la vida donde se producen en el cuerpo humano muchos cambios, tanto mentales como físicos, y a veces, es difícil adaptarse a ellos, aunque al final, se consigue.
La gran mayoría de psicólogos para adolescentes coinciden en que los trastornos psicológicos que pueden sufrir nuestros jóvenes, hay una clara tendencia al aislamiento, un trastorno que se suele dar entre los adolescentes con baja autoestima.
El aislamiento adolescente provoca que el joven se sienta abrumado por la sociedad y que no se vea capaz de cumplir con lo que se espera de él, lo que genera una sensación de soledad y, por lo tanto, que se meta en su propio mundo y no quiera salir de él.
El aislamiento adolescente comenzó en Japón, y pronto se extendió por todo el mundo haciendo de los chicos, adolescentes tristes y encerrados en sí mismos. Este aislamiento, generalmente, comienza de forma gradual, se vuelven inseguros y tímidos. El resultado de este trastorno puede generar pérdida de habilidades sociales, olvido de referencias sociales, menoscabo de sus propias referencias morales, pérdida de contacto con el mundo real, desgana, y, sobre todo, su miedo a sentirse presionados socialmente puede convertirse en ira, y la pérdida del referente social, puede llevarlos a comportamientos violentos o delictivos.
La depresión es otro de los trastornos adolescentes más comunes que trata la psicología del adolescente. Este trastorno puede generarse por muchas causas distintas, y también es difícil de diagnosticar.
Uno de los síntomas más comunes que nos pueden ayudar a detectar una posible depresión es el cambio repentino en la conducta o el comportamiento del adolescente. Otros síntomas que pueden dar la voz de alarma es el estado de ánimo, que se vuelve irritable o decaído, un cansancio continuo, la pérdida del interés por casi cualquier cosa, aumento o pérdida del sueño, aumento o disminución del peso sin hacer nada para ello, estar más o menos activo sin motivo aparente, la dificultad para pensar o concentrarse, el miedo a la muerte e ideas de suicidio y otros factores que inmediatamente deben hacernos ir a la consulta de un especialista cualificado para tratar este trastorno.
Igualmente, podemos encontrar en el adolescente conductas delictivas que se generan en adolescentes problemáticos.
Las actividades delictivas adolescentes son parte de un proceso que se produce de forma gradual y que se va haciendo más acentuado cada vez. Este tipo de conductas aparecen en la adolescencia porque es en esta etapa de su vida en la que el adolescente se ve preparado para actuar por su cuenta. En algunos casos, esto no es más que una conducta temporal y transitoria, pero otras veces es algo permanente.
¿Quién no tiene o conoce un adolescente que tiene un bajo rendimiento académico? Es el pan nuestro de cada día.
Es necesario tener muy en cuenta que esta situación conlleva consecuencias académicas y personales en los chicos, algo que puede dificultarles un desarrollo personal global que les permita ser adultos sanos y conseguir sus metas. Algunas de las causas del bajo rendimiento académico pueden ser el que no se vean competentes, y, por tanto, sientan desinterés y no lo intenten para no fracasar. La motivación es clave a esta edad, y sin ella, tampoco le dedicarán a los estudios la atención necesaria para sacar sus estudios adelante. Por tanto, lo mejor es reforzar aspectos tales como la motivación y animarles siempre a que lo intenten.
La adolescencia es el periodo vital en el que dejamos atrás la infancia y entramos en la búsqueda de valores acordes con los cambios que se experimentan, y, si los chicos/as no son capaces de adaptarse a esos cambios, es muy posible que los mismos mecanismos de defensa hagan brotar la agresividad en adolescentes rebeldes y desafiantes.
Algunas veces, la causa de esta agresividad está en factores neurofisiológicos, biológicos y endocrinos, enfermedades mentales, aunque también se puede deber a factores externos como la situación económica, un mal ambiente familiar o la ausencia de referentes. Si la causa es interna, lo mejor es tratar con un profesional para que nos ayude, y, en todo caso, podemos intentar negociar con el adolescente, escuchando al joven, promoviendo actitudes positivas de respeto y siempre siendo constantes, pues no es una conducta que pueda modificarse de la noche al día.
Hijos adolescentes rebeldes y desafiantes
No obstante, y a pesar de lo que hemos comentado anteriormente, a veces puede ser muy difícil lidiar con este tipo de situaciones y tratar con adolescentes rebeldes y que desafían continuamente a sus mayores, así como cualquier situación en las que ellos se sientan obligados a aceptar sin más alguna imposición o lo que ellos consideran una imposición por parte de la persona que sea.
Lo más recomendable en la psicología para adolescentes en estos casos es acudir a la consulta de un especialista, puesto que nos puede ayudar a realizar acciones y tácticas con las que, seguramente, podamos paliar el problema, ayudando a padres y a adolescentes a sentirse un poco mejor.
Una pequeña ayuda puede ser La Guía para padres de adolescentes malhumorados, elaborado por los doctores Nerea Palomares, Jose Luis Carrasco y Marina Díaz Marsa, cuyo objetivo es orientar a los padres en lo referente a cambios de humor adolescente, incluso en las causas que los provocan.
El libro también da algunas herramientas para manejar el malhumor adolescente, incluso sin entender que entender completamente esos cambios de humor.
En ocasiones pueden sernos de mucha utilidad algunos tests o preguntas de psicología creados para “diagnosticar” algunos trastornos de la psicología de nuestros adolescentes.
Por ejemplo, el DASS-21 Test depresión ansiedad y estrés, es un cuestionario con 21 preguntas que se basa en tres apartados: depresión, ansiedad y estrés. Se usa para medir períodos de tiempo breves, centrándose el adolescente al rellenarlo en los sentimientos de la última semana.
También existen otros tipos de cuestionarios, como el de Escala de estrés de Holmes y Rahe, que mide los acontecimientos vitales del último año y haciendo predicciones de qué posibilidades se tienen de padecer enfermedades psicosomáticas según el nivel de estrés.
Igualmente, también podemos optar por los cuestionarios relacionados con las habilidades sociales, interrelacionando las categorías de personas socialmente hábiles o socialmente tímidas que evitan a los demás, las socialmente tímidas ansiosas y las excesivas socialmente hablando.
Existen también tests para medir el nivel de autoestima, como el de Rosenberg, para evaluar cómo nos valoramos y si somos objetivos con nosotros mismos.
Todos estos tipos distintos de test podrán ayudar a diagnosticar posibles trastornos por los psicólogos para adolescentes.
Pero si no es suficiente, también existen muchísimos libros de psicología para adolescentes, basta con preguntar a tu especialista.
Cambios sociales en la adolescencia
Es muy cierto que, durante la adolescencia, son muchos factores los que influyen en los jóvenes, los que hacen que su personalidad se desarrolle de una u otra forma, y entre ellos, se encuentran los medios de comunicación y la tecnología.
De hecho, los medios de comunicación son el tercer agente social en la socialización adolescente tras la familia y los amigos. Y es que el mensaje que transmiten, sus valores, impregna la actividad diaria de las personas, máxime, de los adolescentes, que son especialmente propensos a recibirlos. A veces, podemos tener la sensación de que repiten frases y comportamientos aprendidos de los medios.
Otro factor que influye de una forma muy intensa en la adolescencia es la tecnología. Las nuevas tecnologías facilitan el aislamiento del adolescente, al estar más tiempo delante de una pantalla que socializando con amigos, familia y otras personas.
Naturalmente, no es que su uso sea negativo, pero en su justa medida.
Si se usan de forma inadecuada, se pueden generar consecuencias como el ciberbullying, algo muy común en estos tiempos que corren y que en ocasiones generan consecuencias fatales para los adolescentes al no encontrar salida, o simplemente por adicción.
Descubrimiento y aceptación de una identidad psicológica, sexual y social
Como ya hemos dicho anteriormente, la adolescencia es donde se culminan muchos de los procesos que empiezan en la infancia, y donde comienzan otros, como el de individualización y el descubrimiento de la identidad psicológica, social y sexual. En muchas ocasiones, todo comienza mediante un grupo con el que puede comparar ideas, estilos de comunicación y valores.
En esta etapa de la vida del adolescente, pueden surgir las llamadas crisis de identidad, que nacen de las dificultades experimentadas en el proceso de individualización, cuando algún elemento de los que son necesarios y que intervienen en él sufre algún cambio, como por ejemplo, una falta de reconocimiento del universo emocional.
¿Cuánto cuesta ir al psicólogo?
Esta es una pregunta muy frecuente, ¿cuál el coste de una consulta?
Aunque la pregunta debería ser cuál es el precio de detectar patologías y conseguir ayuda psicológica.
El primer coste es el de vencer la barrera del “no necesito un psicólogo”. Simplemente, acudir a consulta puede ser muy beneficioso en aquellos casos en los que sintamos la ansiedad de nuestros hijos, observemos ciertos síntomas de depresión, cambios drásticos en los resultados académicos etc.
El coste de una consulta, aunque depende de cada profesional, ronda de los 50 a los 120 euros, siendo lo más habitual encontrar tarifas entre los 60 y los 90 euros.