Con el poco tiempo que tenemos para poder alcanzar todo aquello que creemos que debemos hacer, y el poco que nos queda para autorealizarnos y/o cuidarnos, nuestra autoestima queda dañada y distorsiona la visión de nuestro esfuerzo y nuestra valía, y es ahí cuando nuestro autoconcepto se ve devaluado en forma de sentimientos de inutilidad, culpabilidad, inseguridad y auto castigo. Sentirse decaído es lo más habitual por el cansancio de las tareas cotidianas, pero sobre todo por el peso que esto ocasiona. Si te sientes así pide ayuda, incorporar pequeños cambios te hará descubrir otra visión de la misma realidad y así reestructurar cognitivamente algunas creencias disfuncionales que dañan tu autoestima.
Preguntas frecuentes
PSICOLOGÍA
Las principales preocupaciones del paciente actual están caracterizadas por las áreas de distimia, trastornos leves de ansiedad y trastornos del estado de ánimo. Aquí os dejo algunos ejemplos.
Trastornos corporales (trastorno dismórfico corporal, TDC).
Estamos acosntumbrados a hablar de trastornos alimenticios pero no tanto de los corporales, siendo estos mucho más comunes. No se pueden tener datos ya que mucha gente no lo cuenta, pero por desgracia es de lo más habitual que tanto hombres como mujeres sin entender de edades tengan una imagen distorsionada principalmente de zonas faciales (orejas, pelo, nariz, boca, piel, etc.)y en el caso de las mujeres los pechos, como también de manera más global sintiéndose fe@s. Este trastorno se categoriza como un trastorno obsesivo que afecta a la autoimagen y la autoestima, de modo que limita la manera de relacionarte contigo mismo, con los demás y con el mundo. El tratamiento consistiría en reducir e intentar eliminar conductas de evitación, modificar hábitos que retro alimentan el problema cotidianamente, y mientras se haría un trabajo de fondo de reestructuración cognitiva para tolerar la propia apariencia.
Miedo, ansiedad, fobias.
(a volar, a espacios abiertos o cerrados, a perder el control, a un animal, etc). El miedo es una emoción que nos protege formando parte del instinto de supervivencia, pero cuando esto nos genera un grado de ansiedad desmesurado (en ocasiones en forma de ataques de pánico), puede convertirse en un bloqueo que limita la vida de quien la padece. La detección en estos casos es muy importante, pero lo es más el poder tratarlo con la seguridad de desbloquearlo desde una lógica no racional, porque si intentamos hacerlo desde el razonamiento podemos retroalimentar el miedo empeorándolo aún más.
Hipocondría vs Patofobia.
La persona que vive convencida de que está enferma y en constante alerta de los síntomas de su cuerpo es hipocondríaca, la persona que evita ir al médico, medicarse y escuchar las señales de su cuerpo por miedo a padecer una enfermedad grave padece patofobia. Dos patologías distintas con dos tratamientos distintos. Desde la terapia breve estratégica podemos llegar a desbloquear ambas fobias y empezar a tener una relación de paz con nuestra salud. Porque, ¿cuantas cosas de las que te preocupan acaban sucediendo?
Adición al móvil i a las pantallas.
La diferencia que hay entre otras adicciones y la adición a la tecnología es que al final del proceso terapéutico no existe la ausencia de uso de las mismas, sino que se trata de educar su uso a medida que se introducen gradualmente estímulos y hábitos que cubren la sobredosis disfuncional de tiempo dedicado a la tecnología y la sociabilidad virtual. Esta patología se extiende cada vez más entre los adolescentes pero es algo muy común en los adultos por el tren de vida que llevamos.
Miedo a hablar en publico, incluso de hablar con sus compañeros y sus superiores.
El miedo ha hablar en público es algo muy común, pero cuando los nervios alcanzan el control sobre el cuerpo este argumento no sirve de nada, y controlarlos aún menos. Cuando evitamos solucionar algo regresa con más fuerza, cuando intentamos controlarlo es muy agotador, pero intentar convivir con ello puede ser la solución. Pero ¿como? Se trataría de desensibilizar gradualmente este miedo irracional con la práctica de estrategias (no racionales) que hagan sentir al paciente que es él mismo quien domina la situación y así poder usarlas cuando las necesite (si las necesita).
Alteraciones del sueño.
Existen distintos trastornos del sueño siendo el insomnio el más común. Puede que te cueste conciliar el sueño al acostarte, que te despiertes a media noche o que abras los ojos antes de que suene el despertador sin poder volver a dormir. En este artículo te explico como puedo ayudarte a parte de tratar de gestionar aquellas preocupaciones que te generan estrés, ansiedad o tristeza.
Trastornos del apetito.
El tratamiento de los trastornos alimenticios debe hacerse con un abordaje profesional especializado en servicios específicos y con equipos multidisciplinares (psiquiatras, psicólogos, nurricionistas y médicos) y en ocasiones es necesario el ingreso en centros durante un periodo determinado. Una vez que el/la paciente ya no corre peligro la vuelta a la vida real también es un reto, para ello un seguimiento psicológico y de health coaching puede tratar de educar el día a día de el/la paciente tratando de reestructurar creencias que dañaban su autoestima y limitaban su libertad. Todo este trabajo debe ser de la mano del entorno para poder darles pautas y ayudar a sobrellevar posibles crisis.
Trastornos del estado de ánimo.
Trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar y trastorno ciclotímico, astenia y trastorno afectivo estacional, ansiedad y activación psocofisiológica, trastorno disfórico premenstrual y PAS, etc. Algunos de estos trastornos tienen sintomatología similar pero no todos requieren de tratamiento farmacológico. Los que si lo requieren deben ir de la mano de un seguimiento terapéutico.
Estrés psicológico, ansiedad, desesperanza...
El estrés es la fuerza que nos proporciona la activación psicofisiológica necesaria ante situaciones que demandan nuestro esfuerzo, pero cuando este estado se repite con demasiada frecuencia y con cosas que no son importantes estamos derrochando mucha energía tanto física, mental y emocional. Estrategias como la resolución de problemas o la toma de decisiones son muy útiles. Realizar actividades placenteras, ejercicio físico y relacionarnos con calidad son soluciones básicas pero eficaces, aprender ejercicios de relajación tanto física como mental pueden ser otras soluciones.
Trastornos sociales o fobia social.
A todos nos puede pone nervioso el tener una cita o presentar algo importante ante un público, pero cuando cualquier interacción con los demás causa ansiedad desmesurada, evitación, inseguridad, vergüenza, síntomas fiscos etc. por miedo al que dirán, a sí se darán cuenta o a sentirse rechazados ya no es normalidad. Esta claro que cada uno tiene diferentes rasgos de personalidad pero vivir así no es vida cuando podemos ayudarte a vivir mejor respetando tal y como eres.
Celos patológicos, dependencia emocional.
No saber gestionar las emociones en las relaciones de pareja puede ocasionar cadenas de pensamientos y comportamientos insanos que te perjudiquen a ti, al otro y a la relación. Cultivar el relacionarse de manera saludable también es un beneficio hacia tu autoestima. Es muy fácil entrar en un bucle de pensamiento disfuncional y encontrarse en una relación tóxica, salir de ello solo depende de ti.
La apatía y la falta de motivación.
Estos estados de ánimo no son ningún fracaso, igual que ninguna emoción es negativa pero antes de nada hemos de descartar que no vaya relacionado con ningún otro trastorno mental o físico. La apatía es un sentimiento muy natural al que van ligados muchos prejuicios, por lo que sería más saludable respetarla e intentar transformarla que no en martirizarnos por sentirla.
Ausencia de proyectos, vacío y desorientación y falta de objetivos vitales.
No busques que los demás llenen tus vacíos, estos también te pertenecen, igual que te va a pertenecer la recompensa a tu esfuerzo una vez hayas tomado una decisión. Recordar que menos es más y que no debemos poner todo nuestro esfuerzo y ilusión en tan solo una cosa, la vida esta formada por varias y cuando una no va tan bien es la otra la que te hace sentir fuerte. La actitud es un vehículo de vida, busca ayuda cuando la necesites recuperar.
¿La crisis de los 50, 40, 30?
¿Te has acostumbrado a vivir en una inercia que te han pasado los años volando y no sabes ni lo que te gusta y te apetece por haberte dejado llevar del todo? Puede que te hayas desacostumbrado a escuchar lo que necesita tu esencia, solo es eso. Como más tiempo pasa más cuesta pero esta ahí, revisa tus prioridades y cuídalas. Para llegar al final se ha de pasar por el medio, y para temer resultados sólidos te puede guiar un profesional.