
La fatiga pandémica se ha convertido en una de las secuelas que nos han dejado la pandemia y el confinamiento.
El agotamiento hacia la constante amenaza de la enfermedad, la sensación de que una gran parte de la población no colabora con las medidas de seguridad y la apatía que genera todo esto, son el pan nuestro de cada día.
Pero, ¿qué es la fatiga pandémica? Y, más importante aún, ¿cómo podemos hacerle frente? En este artículo quiero hablarte de esto. ¡Vamos allá!
¿Qué es la fatiga pandémica?
La fatiga pandémica no es una enfermedad, como la COVID-19. Sin embargo, cada vez más personas sufren este problema.
Se trata de la reacción que las personas están teniendo como respuesta a todos los cambios que la pandemia ha provocado en sus vidas.
Como todos somos diferentes, no a todos nos afecta de la misma manera este problema. Sin embargo, algunas de las características de quienes sufren fatiga pandémica son las siguientes:
- Una mayor irritabilidad y más enfados.
- Apatía y falta de motivación ante la vida y, sobre todo, ante el futuro.
- Cambios en las rutinas de sueño y alimentación.
- Dificultad para realizar tareas que requieran concentración.
- Estrés y ansiedad mientras realizamos tareas que antes no nos producían ningún problema.
A nivel psicológico, la fatiga pandémica es muy peligrosa porque puede desencadenar cuadros de ansiedad y depresión.
Además, en relación a la pandemia, esta fatiga puede llevarnos a descuidar las medidas de seguridad necesarias.
¿Cómo hacerle frente a la fatiga pandémica?
Si crees que tienes fatiga pandémica, lo primero que debes hacer es no sentirte mal por ello. Muchas personas están pasando por la misma situación que tú, y no estás solo.
Hay algunos consejos prácticos que puedes seguir para superar este problema y que no afecte de forma negativa a tu salud física o mental.
- No te aisles. Es posible que tengas que respetar la distancia de seguridad física. Pero esto no significa que te aisles a nivel emocional. Mantén el contacto con tus amigos y familiares de otras maneras, por ejemplo, mediante videollamadas.
- Aprovecha el lado bueno de esta situación. En lugar de estar pensando en que ahora ya no puedes hacer determinadas cosas, enfócate en aquellas que sí. Por ejemplo, puede que, ahora que las salidas están más limitadas, tengas más tiempo para dedicar a tus hobbies.
- No pierdas tus rutinas. Aunque parezca que todo en tu vida ha cambiado de hace un año para acá, esto no tiene por qué ser así. Si mantienes, en la medida de lo posible, tus rutinas, todo será mucho más fácil.
- Sigue respetando las medidas de protección contra la Covid-19. De esa forma, si todos colaboramos con esta labor, la pandemia pasará más rápido y podremos volver a disfrutar de todo eso que echamos de menos.
Por último, no olvides que, si te sientes decaído, hastiado, apático, deprimido o tienes ansiedad, la ayuda de un profesional de la psicología te puede ayudar a encontrar maneras de sentirte mejor.