La buena vida.

By 14 julio, 2017octubre 26th, 2021Health coaching
la buena vida

¿Qué significa la buena vida? ¿Tener vacaciones o estar de vacaciones?¿Qué es lo que realmente te importa? ¿Los privilegios, el postureo y el tener o la familia, dormir bien, el amor, las amistades y el ser? Yo lo único que sé es que las vacaciones están para compartirlas con quién quieras o con quién se presente en el camino, para dormir de noche y disfrutar de día, para crecer como persona ya sea viajando lejos o hacia dentro, para querer a los que tenemos cerca sin necesidad de estar las 24 horas del día juntos y para querernos y cuidarnos a nosotros mismos escuchando y respetando nuestras necesidades. La buena vida es eso, la buena vida es no complicarse la vida y cuidar lo que verdaderamente importa.

Pero que fácil es decir eso ¿verdad? Cuando necesitamos relajarnos nos cuesta o no sabemos como hacerlo, y queremos una vida mejor pero no sabemos por donde empezar o si lo sabemos pero no nos atrevemos. No es porque las cosas sean difíciles que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que son difíciles. Te parecerá absurdo pero, intenta pensar “como si” fueras un niño, sin miedo y sin ideas preconcebidas, a ver que pasa. Pero claro, entiendo que para ello primero debes estar relajado.

La vida de un niño es alegría y salud. Piensa, ¿que te aporta alegría y salud? Si que lo sabes pero puede que no lo hayas ido a buscar por estar en una rueda que no te permite descansar y parar, o porque te has quedado enquistado en una realidad pasada que no corresponde al presente que te gustaría vivir. Y estarás pensando… ¡¡¡que lleguen las vacaciones, necesito descansar de eso!!!… pero recuerda que no es lo mismo tener vacaciones que estarlo. Las vacaciones están para cambiar el ritmo, para salir de la rueda, para desactivar el control, para abandonar la pereza, para aliviar el sentimiento de culpa por no dedicarle el tiempo suficiente a personas o cosas que te hacen feliz, para abandonar el miedo a que las cosas no salgan bien, para respirar. Están para dejar que salga tu verdadero instinto. ¿Pero cómo?

Dependiendo de tu naturaleza necesitarás menos o más actividad para relajarte, pero para estar de vacaciones y que salga tu verdadero instinto debes dejarte llevar sin resistencia ni culpa de respetar aquellas cosas que sabes que te sientan bien, y sobretodo explicarle muy bien a los de tu alrededor (si es que no lo saben) qué necesitas para tener alegría y salud, para volver a tu niño, para renovar la energía para el resto del año, y a poder ser para hacerte propósitos para que esta alegría y salud no se vayan de vacaciones. Todas las relaciones son pactos, incluso la relación que tengas contigo mismo.

La gente cambia por lo que siente, no por lo que sabe ni por hacer lo que le dicen, así que escoge si quieres estar en un estado de pre-contemplación quedándote como estás o en uno de contemplación estando listo para transformar tu energía y sus depósitos y así tener buena vida incluso sin estar de vacaciones. Está claro que todos necesitamos vacaciones tanto a nivel físico como mental, pero piensa que las emociones también deben descansar para funcionar, ya que las lleves por dentro o por fuera estas determinan tu bienestar.

No se trata de tomar decisiones por estar de vacaciones, sino de aprovechar ese tiempo y espacio para dejar que salga tu verdadero instinto y poner en su lugar aquellas piezas que se han movido por el hecho de evolucionar y ahora parecen no encajar. Y si quieres habla con alguien que haya vivido algo similar a lo que estas pensando, tu inconsciente va a montar un fiestón cuando pueda ver lo mismo que ves ahora pero desde una perspectiva más descansada. Cuídate para que tu cerebro no malgaste energía en complicaciones y barreras innecesarias y así funcionar mejor sin demasiado esfuerzo.  La vida es una actitud diaria y no una carrera de fondo, así que empieza a cuidar tu centro y toda la periferia funcionará mejor, ya que no se trata de reparar, se trata de estar fuerte para no enfermar y recuperarse mejor en las épocas fuertes que aparecen a lo largo del año.

La gente feliz no es aquella que lo tiene todo, es aquella que tiene hábitos que le funcionan. Las vacaciones para mi son como el fin de año, un parón de reunión con los demás y con mi  versión más pura para querer empezar el curso con nuevos propósitos que me ayuden a poder cuidar mente, cuerpo y sentimiento, para hacer de mi vida…

LA BUENA VIDA.

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