
Estos últimos días no se si ha sido por la llegada del frío, por oscurecer más temprano, por los catarros que te dejan KO, por circunstancias personales o ajenas por ejercer de psicóloga o de amiga que me he declarado en huelga de desgastar energía extra en problemas que no son más que reacciones de unos hacia otros. Ni de mi hacia ti ni de ti hacia mi sino es para sumar, así debería funcionar. Punto.
Ojo porque a sumar estoy incluyendo la critica constructiva, el aprendizaje de un error, el darse cuenta de que los problemas no son dramas por darle significados distintos y acciones en vez de reacciones, momentos de tristeza para ponernos en nuestro lugar, enfado o rabia para poder tirar, parar para continuar, pero siempre actuando desde la consciencia o de la correspondencia, no desde el victimismo ni la injusticia.
¿Que quiero decir con la correspondencia? Pues algo así como que cada uno se haga responsable de lo que ha elegido vivir (porque de un modo u otro lo ha elegido, sin victimismos por favor) o de lo que se le ha presentado en la vida (a veces no gusta pero puedes decidir cómo vivirlo). Igual de importante es “no ser correspondientes” de los problemas de los demás, que eso no significa no querer ayudar al otro sino saberlo ayudar. A veces, aunque no entendamos los porqués de las acciones de los demás, para nuestro bien y el del otro debemos hacer un ejercicio de “qué depende de mi para sumar”, porque en el fondo si sumas hacia los demás sumas hacia ti, aunque no te guste lo que hay. ¿O a caso sirve de algo quejarse, reaccionar y esperar sin más? La indefensión aprendida es un mal hábito.
Hablo de acciones y de reacciones porque muchas veces creamos problemas de situaciones que para unos e otros tienen diferentes significados y/o soluciónes, y como teóricamente uno es el que tiene la razón peleamos para tenerla. Reacción absurda. Tener la razón o la culpa para mi son dos conceptos vacíos por ser egocéntricos y poco constructivos, igual que pedir perdón si detrás no hay consciencia. Es como si un niño pequeño pega y por pedir perdón ya se ha borrado el acto de golpear. No tiene sentido, educación vacía. Que tan importante es dar ejemplo, de adultos a niños y de adultos a adultos.
Madurez, es cuando alguien trata de hacerte daño y tu tratas de entender su situación en lugar de hacerle daño también. Esto es actuar, no reaccionar. Esto es correspondencia, y es trabajo de todos. Psicólogos y no psicólogos todos lo entendemos a la perfección, igual que todos entendemos cada emoción. Elige.
Que diga esto no significa que no podamos equivocarnos, enfadarnos o que no podamos reaccionar, este es uno de mis principios como psicóloga. Porque si te digo que no te enfades cuando puedes tener razón (o no) o la culpa (o no) es más probable que te enfades y la cagues. Profecía autocumplida.
¿Cuántas veces ha sucedido aquello que no querías que sucediera y que tantas veces pensabas que podía suceder? ¿Cuántas veces has reaccionado en vez de actuar por pensar que no puedes equivocarte o que no puedes hacerlo mejor? Mentira, claro que puedes, podemos todos. El estado natural del ser humano es ir enchufados de vitalidad, por lo que si que podemos, se trata de querer querer. La paz viene de la correspondencia de cada uno con uno mismo, y así la de todos juntos. Seamos responsables con nuestro bienestar y con el del resto.
Donde quiero ir a parar con esto, pues quiero ir a parar a que lo importante es darnos cuenta, ser conscientes y evolucionar, no lo culpables que somos cuando nos equivocamos o la razón que tenemos cuando algo nos parece o es injusto.
Aquí el ganador no es quien tiene la razón, es aquel quien ante todo lo sucedido (bueno o no tan bueno) está agradecido por todo por haberle hecho ser quien es, sintiéndose cómodo en él mismo y siendo correspondiente aunque la realidad no sea exactamente como él quiere. Este hecho no te da derecho a trasladar tu no correspondencia de tus asuntos a los demás restándoles energía. Por eso repito lo del principio, de corazón me declaro en huelga de problemas extras.
Ayer en Barcelona hubo un accidente donde hubieron varios heridos y uno de ellos una niña de 10 años en estado muy grave, el conductor tubo indisposición y no pudo evitar no controlar el coche. Esto si es un drama, así que ponte las pilas para que de los problemas no salgan más problemas y para agradecer todo lo que tienes y haces cada día, aunque no coincidas en todo con los demás. Hay que sumar para que todos seamos uno, siendo conscientes de que todos somos diferentes.
Personal, profesional y socialmente, deseo que se os pegue.