Pensar… muchas veces pensamos demasiado, y digo demasiado porque a veces de lo fácil que lo sentimos le resulta complicado de encajar a nuestra mente. ¿No estaremos acostumbrados o la inteligencia emocional de la sociedad está del revés? Todos enfocados al resultado perdiéndonos experiencias, momentos e incluso oportunidades.
Mente es pensamiento, pero no hay un único pensamiento que sea el correcto. Puede que todos lo sean. Creo que la palabra sería coherencia. Psicólogos o no, todos la tenemos en los momentos más complicados, lo que no la tenemos entrenada. De aquí el trabajo de los psicólogos, no intentamos cambiar a la gente sino que usen su coherencia. Y digo su.
Como psicóloga muchas veces relajo al paciente preguntándole: ¿tú, como te comes el huevo frito? Y me contestan: ¿por qué?. Pues porque tengo una buena y una mala noticia. Según si se dejan lo mejor del huevo para el final les doy primero la buena o la mala. Como yo dejo lo mejor para el final primero os explico la mala.
La mala noticia es que seguiremos teniendo pensamientos que nos harán pensar más de lo necessario, así que negarnos provoca cansancio y líos mentales extra. La buena es que no necesitamos nada más que escuchar, escuchar qué te sucede y no lo que la gente cree o espera de lo que sucede. Cuantas cosas nos perdemos por no permitirnos, por no confiar en nosotros mismos, les guste o no a los demás. Lo políticamente correcto es fruto de lo que te despersonaliza, tú eres coherencia si te atreves a usarla y a convivir con ella.
La semana pasada el ratio hombre/mujer en la consulta de Barcelona fue mayoritariamente de mujeres, y la gran mayoría de ellas en su diálogo perdieron de vista que no necesitamos aprender tantas cosas ni ser mejores, sino que necesitamos darnos cuenta de lo que somos y sentimos, y si hay algo que no nos gusta ¿qué?. Animo a todo el mundo a encontrarlo, a pasar vergüenza y a sentirse cómodo con ello o en dicha situación.
Y, ¿qué sucede cuando pensamos menos y escuchamos más? Que sacamos todo nuestro potencial y talento a la vez que nos molestan menos cosas. Al otro no lo cambiaremos, evitarlo no funciona, intentar controlar nuestra mente tampoco, pero tolerar la situación es poder encajar sensaciones que no nos gustan en nuestra mente sin tener que pensar mucho más.
Hazlo fácil.