El trauma familiar es una condición de la que no se suele hablar demasiado, porque es más frecuente tener traumas personales. Sin embargo, cuando ocurre un evento traumático en una familia, el trauma puede tener un efecto devastador.

Entender esta condición y aceptar que hay un trauma familiar es el primer paso para poder encontrar la ayuda necesaria y superar el evento traumático con éxito.

En este artículo, quiero hablarte del trauma familiar: qué es y cómo hacerle frente a este problema que aparece de manera repentina.

¿Qué es el trauma familiar?

Un trauma familiar es una condición que afecta a toda una familia que se ha visto expuesta a una situación sorpresiva y negativa que ha desbordado por completo las capacidades de afrontación de todos los miembros de la familia.

El trauma crea un punto de inflexión, que cambia por completo la trayectoria de la familia, sacándola totalmente del camino figurativo por el que andaba.

¿Qué tipo de acontecimientos pueden producir un trauma familiar?

Para que se produzca un trauma a nivel familiar, debe ocurrir una situación adversa de manera repentina y totalmente sorprendente que afecta a todos los miembros de la familia.  

Una situación que desborda las capacidades de los miembros de la familia para gestionarla y superarla.

Algunos ejemplos de hechos que pueden llevar a un trauma familiar son una adicción severa de alguno de los miembros, una muerte inesperada, un hecho muy violento ocurrido en la familia…

¿Cómo salir adelante tras un trauma familiar?

Para superar un trauma, tanto si es familiar como si ocurre a nivel personal, lo más importante es abordarlo.

Un trauma familiar, si no se gestiona, puede llegar a ser tan duradero que trascienda generaciones y provoque bloqueos y tabúes, incluso en quienes no vivieron la situación traumática.

Por eso, la manera de gestionar este trauma no consiste en dejarlo pasar, taparlo u ocultarlo. Es necesario mirar al problema a los ojos para que pueda desaparecer.

Hablar sobre el tema en familia es el primer paso para dejarlo atrás y poder seguir con la vida de la forma más normal posible. Puede ser muy positivo y edificante para todos, aunque es posible que no todos los miembros de la familia estén preparados para hablar del trauma al mismo tiempo, y hay que respetar los tiempos de recuperación de cada uno.

De manera personal, esforzarse por no reprimir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión puede ser un buen paso en la dirección correcta para superar el trauma.

Por supuesto, esto no es fácil y puede conllevar dolor, porque no es agradable mirar a una situación tan traumática de cerca que nos hace revivir momentos difíciles.

De ahí la importancia de contar con la ayuda de un profesional de la psicología, para poder afrontar el problema y mirarle a la cara sin que nos haga más daño del necesario.

La evolución hacia la curación de un trauma familiar puede llevar tiempo y mucho esfuerzo. Pero, si cada uno de los miembros de la familia se pone en buenas manos y busca la salida afrontando el trauma, será más fácil que la familia en conjunto supere el evento que lo ocasionó.

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