Como dice el refrán, “más vale prevenir que curar”, pero ¿qué significa prevenir?

Prevención

Nombre femenino

  1. “Acción de prevenir.»
  2. Medida o disposición que se toma de manera anticipada para evitar que suceda una cosa considerada negativa.

Pero, ¿de dónde nace esta acción o medida? Estamos mal acostumbrados a que nos digan lo que está bien y lo que está mal, lo que tenemos que hacer y hasta lo que tenemos que sentir y pensar, cuando realmente cualquier acción debería ser un acto voluntario que nace de nuestro criterio propio y sentido común.

Vienen días difíciles porque esto no ha hecho más que empezar, así que decidamos como los queremos vivir. Aún nos movemos demasiado porque “la prevención” la sentimos impuesta desde afuera y no tenemos espacio mental para darnos cuenta de que estamos em crisis moral y que vamos a necesitar mucha resiliencia social para sobrellevar lo que está sucediendo. Y no solo hablo del confinamiento sino también de sus consecuencias personales, sociales, laborales, económicas y por supuesto de salud. Ni se te ocurra quejarte por estar en casa, hay gente muy enferma en los hospitales y un personal sanitario poniendo en riesgo su salud cada día.

Cualquier psicólogo estos días se estará cuestionando la lectura de esta situación, la mia es que aún estamos en la fase de negación mientras intentamos ocuparnos el tiempo de mil actividades. Aún no somos conscientes de lo que significa lo que está pasando y por lo tanto no somos lo suficientemente coherentes individualmente ni solidarios colectivamente, y esto es grave.

La realidad solo supera la ficción cuando sientes que el mundo te domina a ti y tú no puedes hacer nada para decidir en el tuyo. Por este motivo quiero hablar de la prevención desde un punto de vista intrínseco y constructivo en vez de extrínseco y restrictivo. Como cualquier psicólogo debo decir que todo lo que expreso es mi punto de vista, y que por encima de todo se deben cumplir estrictamente las medidas de seguridad que regulan la sociedad en esta situación. Esto último si que no es negociable en ninguna mente sana.

Estos días estamos viviendo en unas circunstancias que nunca hubiéramos imaginado, parece una película. Por la televisión salían imágenes del centro de Barcelona en las que , desde mi punto de vista, aún hay demasiado movimiento. ¿Dónde está la prevención? Hay gente que se ve obligada a salir de casa para ir a trabajar, pero hay otra que me parece que no ha entendido que la prevención colectiva es la suma de todas las solidaridades individuales.

Vamos a ver de qué forma un psicólogo health coach puede aportar a nuestra realidad basándome en las cuatro áreas en las que me dedico profesionalmente: psicologia, nutrición, ejercicio físico y rendimiento profesional.

Un par de cosas que quiero destacar es que nada de lo que diga es una obligación ni tampoco es solamente para paliar el confinamiento, todo esto es algo que puedes observar desde el lugar en que te encuentres personalmente y ya decidirás cómo te resuena. Recuerda que aquello impuesto desde fuera es lo más difícil de mantener, y que aquello que decides desde adentro es aquello que se va a quedar en ti. Si estos días no puedes salir a fuera, ve hacia dentro.

Los puntos de los que hablaré a continuación sólo serán una introducción con pautas muy sencillas, próximamente los ampliaré en otros artículos. Porque ahora necesitamos bien poco y sobretodo necesitamos estar tranquilos, incluso cuando todo esto pase. Estar tranquilos no significa no hacer nada sino no sentirse desbordado en uno mismo. La conexión es el punto de inicio con todo, la información un buen aliado a cada situación.

El punto zero es tener espacio de silencio en nosotros para que salgan todas aquellas sensaciones nuevas por esta situación extraordinaria. Observa, adáptate y ponle humor si puedes. No sientas que pierdes el tiempo por no hacer nada o por trabajar mucho, el tiempo se vive no se aprovecha. Se trata de no tapar nada sino validar aquello que surja, lo que sientas aunque no te sientas cómodo con la tristeza, la ira, la frustración, el miedo, la soledad o o que sea. Si tienes hijos piensa que ellos tambien son personas que necesitan expressar-se, pero recuerda que son el reflejo de cómo estás tú.

Puede que ahora estés o queriendo hacer muchas cosas, enfadado o triste con lo que sucede pero todo esto es normal, deja que evolucione porque cuando te relajes volverá la conexión que necesitas contigo mismo. Cualquier emoción es buena si la dejamos fluir. Evitarlas no sirve de nada sino que la sensación volverá con más fuerza, controlar la situación es más tensión aún, pero tolerarla es saber convivir con lo que hay e intentar ser más flexibles sin tantas limitaciones impuestas o autoimpuestas.

Eso si, limitar la información de lo que passa fuera una vez al día es inteligente y sobretodo de fuentes fiables. No puedo banalizar de ningún modo lo que está ocurriendo pero esta nueva realidad está para reajustarse y mejorarse, para sabernos relacionar de otra manera y para darle valor a lo esencial.

Así que solo doy cuatro pautas que para empezar ya son suficientes. Menos es más y después ya sumará todo el resto.

  1. La tierra parece que da las vueltas más despacio sobre ella misma, frena un poco tu ritmo así seguro q no evitarás.
  2. Come más alcalino, menos proteína animal y bebe mucha agua. Come menos, gastas menos.
  3. Duerme de noche sigue el sol. Si ves que ahora te levantas más tardarse no te preocupes si no te acuestas tan temprano, lo importante es tener horas para completar ciclos del sueño.
  4. Muévete un poco cada mañana, ya sea con tareas domésticas, con tus hijos o con alguna rutina de ejercicio físico. En estado preventivo es recomendable. Si lo haces por la mañana te ayudará a dormir de noche.
  5. Créate una rutina de lunes a viernes (similar a lo que te iba bien o lo que crees que te va bien ahora) y sobretodo comunícate con quien esté contigo en casa. Pactar es sano.
  6. Intenta sentir confort en tu casa.
  7. Reflexionar sobre lo que hacías antes, lo que estás haciendo ahora y querrás hacer es normal, la línea del tiempo se ha parado un poco. Escucha, puede que te resuene algo que tarde o temprano tendrás la oportunidad de hacer.
  8. Que te de el sol 10 minutos aunque sea desde una ventana o cuando tengas que salir por algo necesario.
  9. Respira tranquilo y si puedes préstale atención a tu respiración. Esta es una forma de meditar, pero meditar también es tener la mente en una sola cosa, búscala y dedícale un tiempo cada día. Tiempo para ti.
  10. Pon el mbl modo avión a ratos y comprueba que bien se está.

Todo esto no son órdenes de confinamiento, son algunas pautas que pueden hacerte fuerte ante cualquier suruacuin y que seguro que reconfortan tu sistema inmune. Próximamente ya hablaré de cada una de ellas en profundidad.

La salud es para siempre e invertir en ti es invertir en el otro, así que a seguir las instrucciones del confinamiento y a vivirlo lo mejor que puedas.

Barcelona, 22 de marzo de 2020.

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