
La ansiedad, tal como se define en el DRAE, es “estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo”. Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido como muestra la definición. En ocasiones, resulta fácil identificar la causa de la ansiedad y poner remedio, pero en otras no tanto. Es más, es posible precisar de un tratamiento psicológico para poder hacer frente a aquello que nos provoca ansiedad. Y es que existen muchos tipos de ansiedad, cada uno de los cuales con sus propias características, sus propios procesos y por lo tanto un tratamiento específico para hacerle frente.
En el artículo de hoy, intentaremos poner un poco de orden en un trastorno, el de la ansiedad, que afecta a millones de personas en el mundo y que origina unos gastos médicos desorbitados a nivel mundial. Así, cualquier inversión que se haga por parte de las autoridades sanitarias en la prevención e investigación de la ansiedad, no solo redundará en una mejor salud emocional de la población, sino en la salud de la economía.
Fobia específica
La persona que sufre este trastorno experimenta un miedo agudo e insistente a determinadas situaciones (volar en avión), objetos (sangre) o animales (arañas), entre otros.
Fobia social
Miedo agudo y persistente de ciertas personas a situaciones en las que deben interactuar con otras personas. La ansiedad se produce ante la idea de mostrarse de un modo humillante o vergonzoso ante sus iguales.
Agorafobia
Se trata de un miedo intenso a encontrarse en espacios en los que no se sientan seguros. La percepción de que no podrán ser capaces de escapar si sufren una crisis de ansiedad es lo que provoca la ansiedad, un ciclo difícil de romper.
Trastorno de ansiedad generalizada
Se trata de personas con una tendencia muy acusada a preocuparse por muchos tipos de cosas y durante periodos muy largos: economía familiar, la salud de la familia, el trabajo, etc. Este estado generalizado de ansiedad puede provocar síntomas físicos, como insomnio por ansiedad, dolores musculares, fatiga extrema, etc.
Trastorno obsesivo compulsivo
Este tipo de ansiedad se da en personas que padecen ideas o pensamientos recurrentes y que persisten en el tiempo (llamadas “obsesiones”). O que llevan a cabo rituales (comportamientos repetitivos) con el objetivo de controlar su ansiedad (llamadas “compulsiones”). Un típico ejemplo de este trastorno es aquella persona que está obsesionada con la higiene y se lava las manos repetidamente sin una causa aparente que lo justifique.
Trastorno por estrés postraumático
Este tipo de ansiedad aparece tras la vivencia de un acontecimiento traumático. Durante esta vivencia la persona ha sentido un miedo intenso a sufrir un grave daño que haya puesto en peligro su vida o la de otra persona (por ejemplo, en situaciones de guerra o de violencia).
Si sientes que la ansiedad que padeces no desaparece por sí sola a pesar de que te has esforzado en ello, quizás sea el momento de acudir a un profesional que te acompañe en el camino de la sanación. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para cualquier duda que te surja. Estaremos encantados de poder ayudarte en aquello que precises.