
Los teléfonos móviles se han convertido en una parte indispensable de nuestra vida. Una gran mayoría de las personas de nuestra sociedad mira el teléfono nada más despertar por la mañana para ver qué hay de nuevo.
Por eso, no es de extrañar que la adicción al móvil se haya convertido en una de las adicciones más extendidas. Sin embargo, esta adicción al móvil no siempre es tan simple como un gusto exagerado por tener el dispositivo entre las manos.
En este artículo, me gustaría hablarte de la relación que existe entre la adicción al móvil y el trastorno de evitación experiencial. ¿Estás evitando las experiencias negativas y tratas de evadirlas utilizando tu smartphone? Sigue leyendo para descubrir la respuesta…
¿Qué es el trastorno de evitación experiencial?
Los seres humanos hemos sido creados con la capacidad de evitar las experiencias negativas o peligrosas. Por ejemplo, si notamos que el lugar hacia el que nos dirigimos huele a humo y está en llamas, todos sabemos que lo más inteligente es dar media vuelta para evitar quemarnos en un incendio.
Sin embargo, el trastorno de evitación experiencial lleva el hecho de evitar las emociones o pensamientos negativos al extremo. Debido al deseo impulsivo de evitar el malestar, quienes sufren este trastorno eliminan de su vida muchas experiencias positivas, o se producen un sufrimiento mayor.
Por ejemplo, imagina que acabas de perder a un ser querido. ¿Sería normal pasar un duelo? Claro que sí. Aunque duela y sea difícil, el duelo es un proceso natural. Pero, ¿qué pasaría si, para evitar pasar por la pena del duelo, empezases a beber alcohol de manera desmedida?
Podrías convertirte en un alcohólico para evitar ese primer mal emocional, que era totalmente natural.
Esto es lo que les ocurre a las personas que sufren del trastorno de evitación experiencial. Realizan todas sus acciones pensando únicamente en evitar determinada situación o emoción que les resulta difícil.
¿Qué relación tiene este trastorno con la adicción al móvil?
En la búsqueda de un elemento que les ayude a evitar las situaciones negativas, muchas personas con este trastorno se han volcado en sus teléfonos móviles.
Allí han encontrado menos incertidumbre, más inmediatez en las respuestas a sus preguntas y una evasión de los pensamientos negativos. Todas estas cosas, claro está, las han encontrado aún no siendo naturales.
En muchos casos, hay quienes buscan en el teléfono móvil un refugio. Un refugio a una conversación desagradable, a un momento de tensión, a los momentos de incertidumbre propios de la vida…
Para muchos, su móvil se ha convertido en el lugar en el que esconderse para evitar las emociones o las situaciones negativas que puedan ocurrir a su alrededor. Y, del mismo modo que le ocurrió al alcohólico del que hablábamos antes, se ha convertido en una adicción.
Lo que, en un principio, era una vía de escape; ahora se ha convertido en una necesidad. Si están alejados de su móvil se sienten incómodos. Sería impensable que lo dejasen en casa cuando salgan.
Desde el punto de vista de una psicóloga te puedo decir que: si has notado que te pones nervioso al estar alejado del móvil, o que no lo sueltas incluso en situaciones de peligro, y/o evitas afrontar situaciones presencialmente través del mismo es posible que necesites la ayuda de un profesional de la psicología.