¿Puede ser que por ser Semana Santa y avecinarse días de vacaciones esta semana el estrés pesara más, el cansancio fuera mayor y de paciencia quedara poca? Tener rutinas es muy saludable pero romperlas también, porque sino la rueda nunca para y poco a poco puede que olvidemos sostener nuestro propio equilibrio en ella por descuidar nuestras prioridades y bienestar. ¿Sabéis de qué os hablo? Los que lo sabréis mejor sois aquellos que os lleváis las obligaciones y las preocupaciones hasta cuando hay un tiempo y espacio libre de ellas.
No pretendo escribir un articulo de autoayuda por ser psicóloga, ya que los psicólogos no somos quien para decirle a nadie que deje de cumplir con sus obligaciones y que se olvide por completo de sus preocupaciones, pero es que además de psicóloga soy persona y me lo aplico a mi misma. Lo que pretendo, y lo que deberian pretender el resto de psicólogos, es que todos y cada uno de nosotros no nos dejemos atrapar por esa rueda de estrés colectivo que nos apresura sin tregua y sin sentido. Porque por querer funcionar a más revoluciones funcionamos peor, y eso no nos deja relajarnos ni cuando cuando podemos. Podemos y debemos, porque sin nosotros no rodaría. Y sino mirad que pasa con la rueda del estrés, más insomnio, menos claridad mental, menos rendimiento, menos socializarnos, relaciones tóxicas, accidentes de tráfico, etc…
Saber relajarnos no solo es algo que debemos aprender a hacer en vacaciones, sino que es lo que debería suceder los fines de semana, cuando tienes días libres o cualquier mediodía o final del día si las circunstancias lo permiten. O mejor dicho si tu decides que las circunstancias te lo permitan. Todo es proponérselo, yo ya empecé. Y aquí no se trata de cantidad de tiempo, sino de calidad. Pero ¿calidad de qué? De ti, de cubrir tus necesidades reales, de tus prioridades, de tu bienestar. ¿Qué pasa que no recuerdas cómo se hace o qué? Pues haremos un poco de memoria.
Relajarnos es como un pequeño desorden dentro de un orden que nos permite restaurar tanto a nivel físico como mental. ¿Que bestia llamarle desorden al relajarnos verdad? Pues lo digo así porque es cambiar algunos de nuestros ritmos tanto conscientes como inconscientes, y ahora es muy buen momento para hacerlo y para decidir no dejarlo de hacer, porque tenemos unos días y porque la energía de la primavera nos lo dicta. Expansión.
Los mediodías en Barcelona empiezan a ser las minivacaciones de cada día, y un paseo al final del día antes de llegar a casa sienta genial por corto que sea. Es momento de salir a fuera y seguir el curso de la naturaleza, no te quedes mirándola desde la ventana de casa. Yo no lo hago ni cuando nieva, hay que salir a tocar la nieve para sentirla. Sal y siente, a poder ser sin hacerle demasiado caso al mbl y pudiendo mirar a la horizonte.
En ningún caso estoy hablando de huir de la realidad sino de estar mejor en ella, y si, también para rendir mejor. La motivación es la gasolina del cerebro, y para ello de vez en cuando debemos volver a reconectar con nuestra esencia y reactivar la confianza, el poder personal, la afectividad, el disfrute de la vida, la intuición, la inteligencia creativa y el sentido de trascendencia. En definitiva, de recuperar nuestra capacidad de plenitud. La primavera la sangre alera, la astenia primaveral… ¿le echamos la culpa a lo de afuera o nos responsabilizamos de la fuente de sabiduría que está a nuestra disposición aunque a veces nos olvidemos de cómo acceder a ella por no prestarnos atención?
1. POSICIONARSE EN UN PLANO SECUNDARIO puede parecer una huida de la realidad, pero te aseguro que cuando dejamos de poner nuestras cosas como si fueran las únicas, las más importantes, las que más todo y las que no podemos dejar de anteponer por ser súper urgentes, verás que ni tú ni tu vida habéis cambiado por vivirlo así, así que ahórrate y ahórrale a los de tu alrededor este estrés emocional que te aparta de la vida real y de ellos. Cumple con tus cosas y veras que desde un plano secundario hasta controlas más la realidad por no quedarte únicamente en la tuya y no ver todo lo demás. Posicionarse en un plano secundario a parte de una manera de pensar y de vivir, es una manera de querer.
2. NECESITAR MENOS COSAS no significa no necesitar nada. Alimentarnos de forma saludable, dormir adecuadamente, movernos a diario, socializarnos sanamente (familiares, amigos, conocidos y saludados… gente), autorealizarnos y tener salud, lo que verdaderamente necesitamos, así que date cuenta a qué cosas le das valor y pregúntate si te alejan de lo que verdaderamente necesitas. Esta claro que todas las patas de la silla no van a estar perfectas y al 100% todas a la vez, pero si se mantienen estables y las valoras por lo que verdaderamente son dejarás de necesitar cosas que solo tienen valor por lo que crees que son.
3. MINDFULNESS, todo el mundo habla del mindfulness y todo el mundo se cuestiona si funciona o no. Para mi el mindfulness no es más que la unión de la capacidad de oxigenar la mente combinada con técnicas de respiración para oxigenar a la vez el cuerpo. Ambas practicas juntas oxinenan nustra manera de estar en el mundo, pero no a todos nos funciona de la misma manera. Encontrar una actividad en la que puedas centrar la atención en una sola cosa libre de pensamientos es una forma de mindfulness, ya sea deporte, muscia, lectura, paseos, etc, como también lo seria alguna técnica de que te proporcionara estar solo pendiente de la respiración. El mindfulness se puede usar para oxigenarnos de tensiones en momentos determinados, pero os aseguro que al final acaba siendo un estilo de vida, porque saber aportarte paz es algo que cuando lo aprendes no lo dejas de usar, de vacaciones o no.
4. LA GENTE FELIZ ES LA QUE HACE FELIZ A LOS DEMÁS, así que…
Empieza por ti.